lunes, 14 de marzo de 2011

MIGUEL ÁNGEL

Desde muy joven manifestó sus dotes artísticas para la escultura, disciplina en la cual empezó a sobresalir. En abril de 1488, con doce años de edad, entró en el taller de los famosos Ghirlandaio (Domenico y Davide).  A los quince años trabajaba ya con Bertoldo, en el “casino” de San Marcos, museo de antigüedades reunido por los Medicis. Sus primeras obras artísticas despertaron la admiración de Lorenzo el Magnífico, que lo acogió en su Palacio de la Via Longa, donde Miguel Ángel se habría de encontrar con Angelo Poliziano y otros humanistas del círculo de los Médicis, como Giovanni Pico della Mirandola y Marsilio Ficino. Estas relaciones lo pusieron en contacto con las teorías idealistas de Platón, ideas que acabaron convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales de su vida y que plasmó tanto en sus obras plásticas como en su producción poética.




Tras la muerte de Lorenzo el Magnífico, en 1492, Miguel Ángel huyó de Florencia y pasó por Venecia, instalándose después en Bolonia. Allí esculpió diversas obras bajo la influencia de la labor de Jacopo della Quercia. Pero en el año 1496 decidió partir hacia Roma, ciudad que había de verle triunfar. Allí inició una década de gran intensidad artística, después de la cual, con treinta años, fue acreditado como un artista de primera línea. A los veintitrés años talló la Piedad del Vaticano, después del Bacus del Bargello (1496), y posteriormente realizó el Tondo Pitti. De vuelta en Florencia,1501, labró el gigantesco David de marmol, obra cumbre de la escultura, de una gran complejidad por la escasa anchura de la pieza de mármol, que fue colocado delante del palacio del Ayuntamiento y se convirtió en la expresión de los supremos ideales cívicos del Renacimiento. De la misma época es el cartón de La batalla de Cascina, actualmente perdido, pintado para la Señoría de Florencia.
En 1505 fue llamado a Roma por el Papa Julio II, quien le encargó la realización de su sepulcro. El proyecto inicial fue diferido, y el Papa hizo que el artista se ocupara de la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina, que concluyó después de cuatro años de trabajo solitario y tenaz. En esta obra ideó una grandiosa estructura arquitectónica pintada, inspirada en la forma real de la bóveda. En el tema bíblico general de la bóveda, Miguel Ángel interpuso una interpretación neoplatónica del Génesis y dio forma a un tipo de interpretación de las imágenes que conseguirían ser un símbolo del arte del Renacimiento.
Después de la muerte de Julio II, en mayo de 1513, el artista hizo un segundo intento de seguir con la obra del mausoleo del pontífice. Con este propósito esculpió las dos figuras de los Esclavos y el Moisés, que reflejan una atormentada energía.. Pero este segundo intento tampoco prosperó. El gran fracaso de la vida de Miguel Angel, como el mismo proclamó, fue la simplificación del proyecto inicial de este sepulcro, que el artista consideró como la obra maestra de su vida.
En 1516, por encargo de León X, inició la fachada de la Basílica de San Lorenzo, trabajo que en el año 1520 debió abandonar con gran amargura. Del proyecto original se conservan numerosos dibujos y una maqueta de madera. A partir de 1520 y hasta 1530, Miguel Ángel trabajó en Florencia y construyó la Sacristía Nueva de San Lorenzo y la Biblioteca Laurenciana, en especial su escalera. Después del saqueo de Roma (1527) y de la expulsión de los Médicis de Florencia, Miguel Ángel formó parte, como hecho meramente anecdótico, del gobierno de la nueva República Florentina, de la cual fue nombrado gobernador y procurador general de la fabricación y fortificación de las murallas, y participó en la defensa de la ciudad asediada por las tropas papales. En el año 1530, después de la caída de la República, el perdón de Clemente VII lo salvó de la venganza de los partidarios de los Médicis. A partir de este año reemprendió los trabajos de la Sacristía Nueva y del sepulcro de Julio II.
En 1534, al encontrarse a disgusto con la nueva situación política que se había instaurado en Florencia, abandonó la ciudad y se estableció en Roma, donde aceptó el encargo de Clemente VII para trabajar en el altar de la Capilla Sixtina y donde, entre 1536 y 1541, realizó el magnífico Juicio Final. Hasta el año 1550 fue haciendo obras para la tumba de Julio II, y los frescos de la Capilla Paulina que representan a conversión de San Pablo y el crucifixión de San Pedro.

A continuación podemos ver  un video , de la Capilla Sixtina:



GALERIA DE IMÁGENES :OBRAS DE MIGUEL ÁNGEL



                                                       
                                                                        EL DAVID

 La escultura representa al Rey David bíblico en el momento previo a enfrentarse con Goliat, y fue acogida como un símbolo de la República de Florencia frente a la hegemonía de sus derrocados dirigentes, los Médici, y la amenaza de los estados adyacentes, especialmente los Estados Pontificios.



                                                                 LA PIEDAD

Encargada por el cardenal francés Jean de Lagraulas con destino a una capilla lateral de la basilica de San Pedro del Vaticano, esta obra no sólo es notable por su perfección sino también por su audacia en la traducción simbólica de la escena. Hasta entonces, las "Pieta" (escenas del descendimiento de Cristo de la Cruz), eran representadas acentuando los gestos de dolor; Miguel Ángel nos presenta una madre juvenil y bellísima, sosteniendo sobre sus rodillas el cuerpo apolíneo y sereno de Cristo, trasladando el sentimiento religioso al campo de la belleza estética.




                                                                    MOISES


Originariamente concebida para la tumba del papa Julio II en la Basílica de San Pedro, el Moisés y la tumba se colocaron finalmente en la iglesia menor de San Pietro in Vincoli , en la zona del Esquilino, tras la muerte del papa. La familia della Rovere, de la que el papa procedía, fueron los mecenas de esta iglesia, y el mismo papa había sido cardenal titular antes de su nombramiento como representante del Vaticano.




                                                       VIRGEN DE LA ESCALERA

Primera obra escultórica de Miguel Ángel realizada cuando contaba unos dieciseis años, este relieve mariano presenta un motivo poco común en la iconografía religiosa: la "Virgen de la Leche", representación de la Virgen amamantando a su Hijo.




                                           SAGRADA FAMILIA CON SAN JUAN NIÑO

Miguel Ángel realizó esta famosa pintura por encargo de Agnolo Doni y Maddalena Strozzi, (cuyo retrato pintó Rafael unos años antes). La obra muestra el estilo "escultórico" de la pintura de Miguel Ángel, con el vigoroso modelado de los cuerpos mediante la luz y la compleja posición de la Virgen. Los desnudos del fondo, cuyas poses y gestos están todos asociados a las esculturas clásicas, simbolizan la humanidad pagana, el mundo antes de la venida de Cristo; a la derecha un pequeño San Juan indica el pasaje, a través del bautismo, de la era pagana a la era cristiana.

Con todo esto se puede apreciar como Miguel Ángel ha sido uno de los grandes artistas , e incluso podríamos decir genios , de toda la historia.
                                   

EL CAPITOLIO

Capitolio, del latín capitolium, era una de las Siete Colinas de Roma. El Capitolinus Mons era la ubicación del centro religioso y político establecido durante la antigua república romana. Actualmente se le conoce por el nombre en italiano "Campidoglio" y la plaza que lo forma fue diseñada por Miguel Ángel. En ella se encuentran actualmente -en los dos palacios gemelos a derecha e izquierda de la plaza- los Museos Capitolinos, así como la sede de la Alcaldía de Roma en el palacio que está al fondo.


La importancia de este gran enclave se debe a su historia :
-Primitivamente era llamado monte de Saturno, que era la principal divinidad de Roma. En una de las cimas, pues consta de dos (llamadas Arx, la del norte, y Capitolium, la del sur), se erigía en lo que se cree fue anteriormente un templo etrusco dedicado a Veiovis, un templo dedicado a la Tríada Capitolina compuesta por Júpiter-Saturno-Minerva (tras la influencia etrusca dado que antes estaba dedicado a Júpiter-Marte-Quirino). La edificación fue destruida y posteriormente reconstruida en varias ocasiones, siendo la primera bajo el reinado de Lucio Tarquino Prisco y la última obra de Tito y Domiciano
En la otra cima, conocida como Arx, había un templo dedicado a Juno Moneta y la depresión intermedia era el lugar en el que la leyenda situaba el refugio original construido por Rómulo. Había también otros templos y lugares importantes en la colina, como el lugar donde se guardaban los archivos y conocido como Tabularium (del que se conserva los cimientos y que fue construido por Lucio Cornelio Sila hacía el 82 a. C.), altares de la gens Julia o la prisión de Tullianum.




La Colina Capitolina está también unida a la historia siniestra de Roma. En ella se encontraba el peñasco desde el que, según la leyenda, durante la guerra con los sabinos, arrojaron a la virgen vestal Tarpeya, hija de Espurio Tarpeyo y que colaboró con Tito Tacio para que los sabinos entraran en la ciudad, siendo la primera persona que pagaba el crimen de traición, siendo arrojada por el peñasco y cayendo a las escarpadas rocas que había abajo, con lo que dio nombre al lugar, conocido en adelante como Roca Tarpeya.

El conjunto estaba amurallado, constituyendo una pequeña ciudadela que, en 387 a.C, sirvió de refugio ante la invasión de los galos celtas. De hecho, el propio Bruto y otros de los que tomaron parte en el asesinato de Julio César se refugiaron dentro del templo de Júpiter Optimus Maximus de la colina, a la que el propio Julio César había acudido de rodillas seis meses antes como muestra de sumisión a Júpiter tras sufrir un accidente durante la celebración de su Triunfo y que se entendió como un presagio de que el dios no aprobaba sus acciones en la guerra civil.

 -En la época medieval en la misma cima donde se encontraba el templo de Juno Moneta se levantó durante la Edad Media la iglesia de Santa Maria de Ara Coeli, en cuya base se encuentran los restos de una ínsula romana, de la que se pueden apreciar desde la calle cuatro de las tiendas que la ocuparon.



 En esta época el carácter sagrado de la Colina Capitolina se pierde a favor de las nuevas funciones de carácter político y centro de gobierno de Roma, que revive como comuna en el siglo XI y donde se establece la sede del nuevo senado en 1144. La ciudad se hallaba poco después bajo la completa dominación del papado, y la Colina Capitolina fue escenario en varias ocasiones de la resistencia de los ciudadanos, como la reinstauración de la república por Cola di Rienzo. Para el siglo XVI la plaza del Capitolio ya se encontraba rodeada de los edificios hoy conocidos.

-En el renacimiento ,a instancias del Papa Pablo III se lleva a cabo una profunda reforma planificada por Miguel Ángel Buonarroti, uno de los mayores genios del Renacimiento. La reforma se inició porque el Papa quería impresionar a Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano, que iba a visitar la ciudad en 1538. Si bien los proyectos y las obras comenzaron en 1536 no terminarían hasta muchos años después, en el siglo XVII. La plaza del Campidoglio fue orientada hacia la basílica de San Pedro, cambiando su orientación original al Foro y cargando así de nuevo simbolismo a la plaza, que ahora parecía reconocer en la Iglesia a la máxima autoridad de Roma.





En su centro se encuentra hoy día una reproducción de la Estatua ecuestre de Marco Aurelio.






A diferencia de la mayor parte de la estatuas de bronce de la Roma Antigua - los papas las fundían para aprovechar el preciado metal- la de Marco Aurelio sobrevivió porque se creía que representaba a Costantino, el primer emperador cristiano. Los pontífices la colocaron junto a la Basílica de San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán).

En torno a la plaza del Campidoglio se dispuso la construcción del Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo (sedes de los Museos Capitolinos), así como también el Palacio del Senado (ayuntamiento de Roma), éste sobre las ruinas del Tabularium, dando al conjunto una uniformidad constructiva acorde con la monumentalidad propia de la antigua Roma.






También se construyeron unas nuevas escaleras de acceso, conocidas como Cordonata y que permitían el acceso a la plaza a caballo.





Bajo la balaustrada se instalaron las estatuas de Cástor y Pólux, de las que hoy en día hay reproducciones.

DIBUJO  Y EDIFICIOS  DE LA PLAZA DEL CAPITOLIO






Miguel Ángel, para que hubiera una visión unitaria, dispuso el Palacio de los Senadores (sede del ayuntamiento) en el fondo de la plaza, con unas escalinatas tangentes a la fachada; y delimitada a los lados por dos palacios: el Palazzo dei Conservatorio y el llamado Palazzo
Los edificios, actualmente Museos Capitolinos, fueron dotados de un orden gigante con pilastras corintias en la fachada, cornisas y arquitrabes, y proyectadas divergentes, no paralelas, de manera que la plaza quedaba en forma de trapecio, para conseguir la ilusión óptica de más profundidad.
 El motivo empleado en el pavimento de la plaza, se diseñó con una retícula curvilínea inscrita en una elipse centrada en el basamento de la estatua de Marco Aurelio, y dividida en doce secciones, que recuerda el símbolo usado en la antigüedad para los doce signos del zodiaco, en alusión a la cúpula celestial. También es una referencia a la arquitectura cristiana, con el símbolo de los doce apóstoles. El tratamiento que hizo Miguel Ángel se parecía al tipo de schemata medieval para coordinar el ciclo lunar con otras interpretaciones como las horas y el zodiaco, tomando como ejemplo para estas claves simbólicas las del manuscrito del siglo X del De Rerum Natura de San Isidoro de Sevilla (que trata sobre astronomía y geografía).[96]

Miguel Ángel confirió a la plaza una plástica extraordinaria, encargada de fusionar todo el ambiente arquitectónico. Resulta un espacio abierto, sobre todo entre los dos palacios simétricos, como si fuera un salón al cual se llega mediante la gran rampa central de subida, la Cordonata Capitolina, con unas balaustradas también divergentes para provocar el efecto visual unitario con la plaza. La unidad total no se consiguió hasta bastante más tarde con la construcción del Palazzo Nuevo, proyectado por Miguel Ángel para separar la plaza de la iglesia de Aracoeli. Las fachadas fueron construidas, en su mayor parte, una vez muerto el artista, y aunque no son una fiel realización de sus proyectos sí que constituyen una magnífica composición.

MUSEOS CAPITOLINOS
Los Museos Capitolinos son el principal museo cívico municipal de Roma.
La sede histórica de los Capitolinos está constituida por el Palacio de los Conservadores (Palazzo dei Conservatori) y el Palacio Nuevo (Palazzo Nuovo), edificios situados en la plaza del Campidoglio ('Capitolio').







La creación del museo se llevo  a cabo en 1471, cuando el Papa Sixto IV donó a la ciudad una importante colección de bronces provenientes del Laterano (entre ellos la Loba Capitolina), que hizo instalar en el patio del palacio de los Conservadores y en la plaza del Campidoglio; eso hace que éste sea el museo público más antiguo del mundo.
La antigua colección llegó a ser extensa con el tiempo gracias a las donaciones de varios papas como Pablo III y Pío V quien quiso quitar del Vaticano las paganas esculturas. Mejoró su situación con la construcción del Palazzo Nuovo en 1654.
El museo fue abierto al público por deseo del Papa Clemente XII casi un siglo después, en 1734. Su sucesor, Benedicto XIV, inauguró la Pinacoteca capitolina, adquiriendo colecciones privadas de la familia Sacchetti y de la familia Pio.
Las excavaciones dirigidas tras la unificación de Italia para la capitalidad de Roma extrajeron grandes cantidades de nuevos objetos que, una vez recogidos en el Almacén Arqueológico Comunal, después llamado Antiquarium ('Anticuario'), fueron parcialmente expuestos en los Capitolinos.

En 1997 se abrió una sede destacada en la Central Termoeléctrica Giovanni Montemartini, en el barrio Ostiense, creando una solución original de fusión entre arqueología industrial y clásica.
Las colecciones históricas de los Museos Capitolinos son:
-La Pinacoteca, que proviene inicialmente de la colección de la familia de los marqueses Sacchetti y de los príncipes Pio de Saboya.
-La Protomoteca, colección de bustos de personajes ilustres trasferidos al Campidoglio desde el Panteón por voluntad de Pío VII en 1820.
-La Colección Castellani, donada por Augusto Castellani en la segunda mitad del XIX, constituida por materiales de cerámica arcaica (del siglo VIII al IV a. C.), del área etrusca en su mayoría, pero también de producciones griegas e itálicas.
-El Medagliere capitolino: la colección de monedas, medallas y joyas del Comune ('Ayuntamiento'), fundada en 1872 y abierta al público en el año 2003.
La obra quizá más famosa que se conserva es la estatua ecuestre de Marco Aurelio. El ejemplar que se encuentra en el centro de la plaza es una copia, mientras que el original, tras haber pasado por trabajos de restauración, está expuesto en un patio recientemente cubierto con vidrio, la Exedra de Marco Aurelio, en el Jardín Romano, tras el Palacio de los Conservadores.

En el Palazzo Nuovo, más allá de la estatua del emperador del siglo II d. C., puede admirarse el Discóbolo, original griego, el Gálata moribundo, el Fauno Rojo rescatado en Tívoli en la villa de Adriano, y un bellísimo mosaico rescatado de esta villa y conocido como el Mosaico delle Colombe.
Aquí se pueden  observar  varias imágenes de las obras más importantes de el museo:




                          
                                                       ESTATUA DE MARCO AURELIO







                                                           ESTATUA DE DISCÓBOLO






                                                         ESTATUA DE HÉRCULES




                                                             VENUS CAPITOLINA